miércoles, 31 de octubre de 2007

El cine mudo y la ciencia ficción

Muchos consideran Viaje a la Luna (Le voyage dans la Lune; 1902) como la primera película de ciencia ficción. Sin embargo varias anteriores podrían encuadrase dentro de las características de este genero. La primera de todas sería La charcuterie mécanique (1895) (que se podría traducir por la charcuteria mecánica). Esta es una obra cómica, de los hermanos Lumiere, que desgraciadamente no he tenido la oportunidad de ver aun. Producida el mismo año que proyectaron la famosa La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir (Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir), primera película exhibida publicamente en la historia, así pues, podemos considerar que la ciencia ficción en el cine existe desde sus mismos orígenes. En los años sucesivos se hacen otros cortometrajes mudos con temática fantástica o englobable en la ciencia ficción, la mayoría en clave de humor como La luna a un metro (Rêve d'un astronome, Le; 1899), de Melies uno de los grandes pioneros del género, y que en 1902 hace su Viaje a la Luna, que está considerada la primera película con efectos especiales, al usar trucos fotográficos. Así a Melies se le considera el padre de los esfectos especiales. Estos maravillosos 10 minutos no son sólo un clásico para la Sci-Fi, sino para todo el cine, siendo la escena en que dejan tuerta a nuestro satélite una de las más famosas del séptimo arte. Animo a la gente a que no la haya visto que se la baje completa de Internet, ya que han prescrito los derechos. Estos primeros años son llevados a la gran pantalla adaptaciones de clásicos literarios: la ya mencionada adaptación del "De la Tierra a la Luna" de Verne, autor inumerablemte adaptado al cine. En 1916 sería otra la novela adaptada de este genial escritor, en este caso en EE.UU.: Twenty thousand leagues under the sea. Después aparecería Frankenstein en la primera adaptación del inmortal título de Shelley y producido por el mismo Edison, que ademas de inventar la bombilla, aportó grandes cosas a la cinematografia y hasta tuvo un litigio con los Lumiere para llevarse la autoria del invento. Las películas de estos años, aunque en b/n, a veces se coloreaban. En 1920 aparecería la primera versión de Dr. Kekill y Mr. Hyde. La vanguardista Aelita (1924), basada en la novela homónima de Tolstoi, al servicio de la propaganda comunista soviética, con gran estética, decorados notables, nos presenta una distopia igual que la posterior Metropolis, que es una de las grandes de esta época, imprescindible en cualquier filmoteca del género. Paris qui dort (1924) curiosa obra en una de las innumerables apariciones de la ciudad de las luces en el séptimo arte y como no, con gran protagonismo de la torre Eiffel. En esos años veinte aparecen dos grandes contribuciones al género uno de mis directores preferidos, el austriaco Fritz Lang, con mujer en la Luna (Frau im mond, 1929), bastante espectacular para la época, sorprende el realismo del cohete y en general los aspectos técnicos. Aunque la película tiene por encima de la ciencia ficción otros aspectos melodramáticos y sociopolíticos como le gustaba al director. Su otra gran película es, por supuesto, Metropolis (1926), cuyo nombre esta escrito con letras grandes en la historia de la ciencia ficción cinematográfica, siendo el gran clásico del cine mudo de sci-fi junto al título que da nombre al blog. Hay que decir que pecisamente el año de su producción se acuña la expresión ciencia-ficción y es que, aunque hubiera títulos englobables en el género no es hasta los años 50 que nace como género en sí, con esa denominación. Otras pelis son Mandrágora (Alraune), otro film alemán de 1928, donde trata el mito de la mandrágora y la figura del científico loco vuelve a ser clave y trata el tema de genética y la herencia. El mundo perdido es una maravillosa y primera adaptación de la novela homónima de Conan Doyle, publicada en 1912, con unos estupendos efectos especiales recreando la vida prehistórica por primera vez con realismo en el cine. El profesor Challenger aparece por primera vez en la pantalla en sus aventuras amazónicas en esta maravillosa joya con escenas impresionantes donde varios dinosaurios se mueven en un plano simultáneamente, algo totalmente novedoso. Mas adelante trataré de ir desmenuzando una por una estas obras maestras del “cine silente”.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Ultimatum a la Tierra


The day the Earth stood still

Año: 1951
Productora: 20th Century Fox (EE.UU.)
Director: Robert Wise
Guión: Edmund H. North
Fotografía: Leo Tover (B/N)
Intérpretes: Michael Rennie (Klaatu / Mr. Carpenter), Patricia Neal (Helen Benson), Lock Martin (Gort), Hugh Marlowe (Tom Stevens), Sam Jaffe (Dr. Barnhardt)

BREVE SINOPSIS

Una nave extraterrestre, tripulada por Klaatu y el robot Gort, llega a la Tierra portando un mensaje pacifista. Sin embargo es recibido de forma hostil.



COMENTARIO (contiene datos del argumento)

Mi primer comentario de película he querido dedicarlo a uno de los más grandes clásicos de ciencia ficción. Hoy día es difícil poder ver en la programación de la televisión títulos como este. Lejos quedan aquellos magníficos ciclos que echaba televisión española de cine clásico y que hacían las delicias de los cinéfilos. Pero, gracias a la magia del DVD podemos hoy volver a ver esta joya de los años 50. Recuerdo cuando vi esta peli por primera vez, hace muchos años, que no me dejó indiferente, porque era una película con un mensaje implícito que invitaba a la reflexión, señal evidente de un buen argumento. Esto es algo, desgraciadamente, raro hoy día en que muchas pelis del género suelen conformarse con entretener al espectador durante dos horas. Agrupa los dos elementos más característicos de la década dorada del cine de Sci-Fi: la guerra fria y la amenaza nuclear y la llegada de seres extraterrestres, que copan la mayoría de pelis producidas durante estos años. Recuerdo también que cuando vi la peli me sentí identificado con Klaatu, el personaje protagonista: el extraterrestre inteligente, afable y dialogante que venía, con afecto hacia nosotros los humanos, a advertirnos de los peligros que la guerra nuclear podrían acarrearnos, que debiamos dejar la escalada armamentística. Sin embargo nosotros no sólo no le escuchamos, desoyendo sus advertencias, sino que además le recibimos con hostilidad. Es la desconfianza de nuestra especie a todo lo que nos sea desconocido. Primero recurre a los gobiernos y luego a las mentes más prestigiosas. Así, al no ser oido, Klaatu, no tiene más remedio que recurrir al ultimátum, haciendo una demostración de su poder paralizando la Tierra (hecho al que se refiere el título original de la película). Pero antes decide vivir en nosotros, conocer directamente nuestras inquietudes, gracias a su apariencia humana, convirtiéndose así en el Sr. Carpenter.
El otro enigmático personaje de la película es, por supuesto, Gort, el robot que acompaña a Klaatu en su encomiable misión y al que he dedicado una pequeña parcela de gloria en la foto de cabecera de este blog, Con su coraza plateada (aunque en la peli parecía más bien de plástico) tiene poder suficiente como para destruir nuestro planeta si fuese necesario, si no entramos en razón y escuchamos la advertencia. Resulta curioso que sólo la amenaza de destruir nuestro planeta parezca ser la única posibilidad de que dejemos la guerra a un lado (si vis pacem para bellum) La armonia impuesta por la amenaza en el universo. Afortunadamente, la famosa frase “Klaatu barada nikto”, al que tantos guiños le han hecho en otras películas, consigue que Gort no acabe con nuestro bonito planeta y finalmente ambos visitantes se vuelven en su plateado platillo. Otra cosa que recuerdo cuando vi la peli por primera vez es lo que me desconcertó el final. Parecía que se acababa así sin más y yo pensé: “bueno: ¿y ahora qué?”. Es un final que invita a la reflexión. Es como si dijeran: “bueno ahí queda eso, a ver que haceis”.


La peli no cuenta con grandes medios técnicos y, aunque esta producida por la Fox, tiene algunas de las características típicas de la serie B. Sin embargo es uno de los claros ejemplos que tenemos que demuestran que una buena película de Sci-Fi no tienen porque basarse en efectos especiales sino que un buen guion, acompañado muchas veces de una buena fotografia y dirección pueden dejar al espectador mucho más satisfecho.

Tiene reminiscencias del cine negro, muy presente en el cine americano en esos años y es que no es hasta la década de los 50 cuando la Sci-Fi nace como género. Genial trabajo el de Tovar en la fotografia, en la que hace geniales juegos de luces en algunas escenas. La película en general tiene una atmósfera sobria y oscura. Por otro lado, cada vez que veo la película descubro detalles nuevos, pinceladas geniales en la dirección de Wise, el cual haría más incursiones en el cine de ciencia ficción como la amenaza de Andrómeda (Andromeda strain, 1971) o Star Trek (1979). Así, la labor de fotografía y dirección junto a unos aceptables efectos especiales y banda sonora son las claves de este clásico, además de su interesante argumento, abiertamente antibelicista.

Yo personalmente me quedo con la moraleja final: La verdadera amenaza no viene del exterior sino de nosotros mismos.

Desde aquí invito a todos aquellos que aun no hayan disfrutado de esta película a verla, ya que es uno de los grandes títulos de la Sci-Fi, imprescindible para todos aquellos que se consideren amantes del género.

martes, 23 de octubre de 2007

Presentación


Este, mi primer blog, he decidido dedicarlo a las películas del genero de la ciencia ficción, especialmente los clásicos. Su nombre es un homenaje a la que, posiblemente, sea la primera película que pudieramos incluir dentro de esta categoría: Viaje a la Luna (Le voyage dans la Lune; Georges Méliès 1902), de la que hablaré en un futuro post.
Desgraciadamente en los últimos años hemos vivido como en este género se ha ido muchas veces perdiendo calidad en los guiones a cambio de unos mejores y más espectaculares efectos especiales, gracias en gran parte a las enormes posibilidades que ofrece en este campo la animación realizada por ordenador. En este blog quiero rendir homenaje a todas esas películas que, ya con unas décadas a sus espaldas, sin muchos medios técnicos, ni presupuesto, pero sin embargo con buenos argumentos sembraron las bases de lo que es hoy este género. Muchas de las películas modernas tienen su fuente de inspiración en otras que se hicieron hace 50 años, durante la década dorada de la ciencia ficción, o incluso antes. En el blog apareceran artículos sobre este tema y también comentarios de películas. Espero que os guste y participeis con vuestra opinión.